lunes, 21 de mayo de 2012

articulo sobre agresión ( va el tiro)


"VA EL TIRO"


El ser humano es un ente emocional capaz de convertir su entorno en un mártir, esto se refleja por la falta de capacidad en el control y manejo de sus emociones, los ejemplos más simples son a la hora de manejar, cuando el hombre se pone iracundo y necio, maldiciendo y provocando conflictos con tal de tener el paso, en las obstrucciones viales donde se queda atorado, o negligencias de otros a la hora de conducir, otro ejemplo: es en los hogares, cuando se genera un conflicto dentro de una familia, estallan en gritos, aprietan las manos y la quijada, como si se estuvieran preparando para una pelea, pues esta es una reacción emocional, la sangre “corre” hacia las manos, estas se convierten en puños, el corazón se acelera y entonces se está listo para la acción, una acción innecesaria realmente pues existen métodos más eficaces para resolver problemas.

su base se encuentra en que la agresividad se halla en los instintos, o como lo señaló Freud, instintos de muerte Tanatos,  donde consideró que todo ser vivo manifiesta una disposición a la disgregación, a la ruptura de la unidad entre sus distintas partes para volver al estado desorganizado y en último término, inanimado, Las manifestaciones patológicas de este instinto son el sadismo, el masoquismo, el suicidio, en si la necrofilia.

La agresión se convierte en un hábito, una conducta destructiva cuya meta es el daño a la persona que se le dirige. Existen diversos motivos que la inducen, como la sensación de insuficiencia que constituye un sufrimiento que perdura, por lo menos hasta no haber resuelto lo que le acongoja, lo cual termina convirtiéndose en un círculo vicioso, pues generalmente el hombre está expuesto a tensiones, las cuales les genera angustias, que reclaman ser satisfechas, y el camino más fácil que toman algunas personas es la agresividad, como explicó Karen Horney en  la forma de lidiar con el estrés, la agresividad les genera un resultado que calma estas tensiones, lo cual se convierte en un estilo de vida agresivo, una personalidad que se hace daño a sí misma y a quienes les rodean, este alivio no va acompañado siempre de placer, aunque si puede ir acompañado de sentimientos de satisfacción.

El hombre acomplejado resulta ser un tanto agresivo, estos complejos son de inadecuación y por lo tanto de inferioridad, no haciendo referencia a que son menos que otro, sino que citando la teoría de Alfred Adler, la persona puede crear complejos de inferioridad por muy diversas causas, ya sean orgánicas, físicas, ficticias, poder, dinero, apariencia, habilidades, etc. La persona acomplejada reacciona ya sea de forma saludable para superar y prosperar a la adversidad mediante las metas o en su contrario continua con la tendencia a la inadecuación  transformándola así en una meta que resulta ser improductiva, generándose para si mismo agresión, resentimiento que portan a todos lados, es como el hombre que llega a algún lugar y comenta, “él se ve muy idiota, muy fresa, se cree mucho”, etc. Etiquetando a las personas por la forma en que percibe al mundo, o como en realidad quisiera verse a sí mismo comportándose con ellos agresivamente, como lo es en el caso de gente pobre cuando habla con alguien sustentable, alguien que destaque sobre los demás con alguien más conformista, etc.

En el caso de los adolescentes pareciera traer programado un instinto agresivo, que se activa con la llegada de una determinada edad, pues un día se comportan ambles como niños que juegan y sonríen al día siguiente han crecido y se desajustan a las reglas, tienen una gran necesidad de demostrar quién manda, quien es mejor para conseguir una pareja o en algunos casos varias, impresionar por medio de la fuerza y las habilidades físicas, necesitan estar en un grupo o banda para sentir que pertenecen a algún lugar, la agresividad se da en estos casos con peleas verbales que suelen desencadenar peleas físicas donde la palabra común es    “va el tiro” así provocando repentinamente una furia que desata el instinto primitivo de lucha por la supervivencia, en este caso una supervivencia simbólica, pues es amenazada la autoridad, aunque en algunos casos si llega a extremos utilizando armas cortantes, piedras y palos, esto no solo es aplicable a los adolescentes, también es generalizable esa frase típica de las peleas por una emoción desbordada en cualquier persona que no llegue a ser capaz de "domarla", de contar hasta diez, cerrar los ojos o ignorar el momento, ¿por qué es tan difícil combatir la agresión? La respuesta quizá yace en que el mexicano es “chingón”  y para serlo, hay que ser agresivo, la televisión lo fomenta, ¡sé agresivo! y logra tus metas, ¡sé agresivo! y consigue el trabajo, ¡sé agresivo! y domina, ¡sé agresivo! y te reconocerán, tal parece una campaña publicitaria a la agresión, y es que por otro lado la agresión es un negocio que vende y vende muy bien, como los deportes de contacto, las peleas televisadas, el equipo empleado para estos deportes un sinfín de programadores sociales para ser agresivo.


ROBERTO DANIEL REYES CRUZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario