artículo "no le veo el sentido"

"no le veo el sentido"

La búsqueda del sentido de la existencia del ser humano ha trascendido a lo largo de las generaciones, existen preguntas ¿cómo? ¿Por qué?, ¿para qué?, sin embargo no existe una sola respuesta para todas las preguntas que puedan formularse por una simple razón, somos individuos y como tales percibimos la vida de formas diferentes, por eso la cultura es como es, por la gran diversidad de personalidades y estilos de vivir, el ser humano es único e irrepetible como debería ser incomparable.

Es una lástima cuando alguien no se haya cuando cree que no es, cuando ha perdido la perspectiva de su vida, cuando se enajena y ve pasar la vida como si no estuviera dentro de ella, como si fuera una novela o cualquier programa de televisión, es una lástima porque la vida es bella, está llena de sorpresa si tan sólo estuvieran dispuestos a averiguarlo y experimentar los estados que ofrece la vida, no podemos basarnos en que la existencia es para procrear, para acumular dinero, para buscar un buen trabajo, no podemos tener expectativas en que la vida se mide por una cuenta bancaria, por la popularidad, o por el reconocimiento de los demás hacia uno, sino de la admiración de uno hacia la vida, de otro modo el hombre está condenado a padecer de una neurosis hasta el fin de sus días, pues la riqueza no se va a donde el alma, la popularidad no te provoca ser sino tener, las cuentas bancarias gigantes producen paranoia y un estado de vigilia total, pues temen que un mínimo centavo baje, el dinero no es más que un medio para un fin, y no debería verse la vida el medio para lograr el fin que sería el dinero.

Un estado de perdición ante la identidad y sentido de la vida, no es más que una confusión y un estado depresivo, es superable señores, pues nuestra existencia misma posee momentos diversos, que presentarán sentidos diferentes, podemos tener un sentido cuando somos estudiantes, estudiamos para terminar una carrera, podemos tener un sentido cuando trabajamos, trabajamos para conseguir dinero, pero este dinero es para un viaje, para alimentarme, para comprar desgraciadamente una experiencia, pues así es el sistema impuesto, a pesar de ello las experiencias pueden ser gratis, sólo basta con echar la moneda al aire y ver a donde nos lleva. ¿Cómo podría alguien encontrar el sentido a su vida? La respuesta es relativamente fácil, pero muy difícil a la vez, pues identificarlo y aceptarlo son palabras distintas, un alcohólico puede encontrar sentido solo observando alrededor suyo, basta decir quiero ser un ejemplo para que los demás no beban, quiero ayudar a mis compañeros, tengo una familia que sufre y puedo estar ahí para ellos, es difícil aceptar la decisión, pero relativamente fácil identificarla, también se puede hallar el sentido a la vida cuando padecemos un duelo, tan solo basta encontrar la pregunta adecuada, ¿dejó de sufrir?, ¿cómo se sentiría si me viera tan deprimido?, ¿qué querría para mí?, podemos hallar un sentido en las creencias de cada individuo como preguntarse ¿está conociendo lo que hay después de la vida en la tierra, donde existe dios?, o afirmar ahora reencarnará en otro ser vivo, por lo tanto su alma no ha fallecido.

El sentido que le proporcionamos a nuestra existencia, puede ser emocionante, solo basta buscar la aventura correcta, e ir por ella, la decisión y la disciplina son dos variables que se deben tomar en cuenta para lograr el sentido que el individuo tanto busca, eres un ser humano, tienes tantas capacidades, tienes todo a tu alcance, no dejes que una idea inculcada por estereotipos comunes y bajos acaben con tu autoestima y menos aún con tus proyectos. Es un desperdicio de energía estar deprimido, la vida es corta, al menos esta lo es, como para pasar el tiempo mirando hacia el suelo, alza la mirada, mira el horizonte e imagina lo que deseas y ve a por ello, no pases la vida buscando, pasa la vida viviendo, como debe ser para todos, no temas, no te enojes, no dejes que un momento sea el que acabe con tu vida, ponte de pie y cuenta la historia de cómo resististe, ¡trasciende! ¡Realízate!, ¡vive!... ¡sonríe!

ROBERTO DANIEL REYES CRUZ